

El pádel femenino ha experimentado un auge impresionante en las últimas décadas, pasando de ser una categoría secundaria a un pilar fundamental del deporte. Este crecimiento no solo refleja el talento de las jugadoras, sino también los cambios sociales y estructurales que han impulsado su visibilidad y profesionalización. En este artículo, exploraremos el crecimiento del pádel femenino: una mirada histórica, desde sus inicios discretos hasta su consolidación como un espectáculo competitivo que inspira a millones. ¡Acompáñanos en este recorrido por la evolución de las mujeres en el pádel!

Los inicios del pádel femenino: un comienzo modesto
El pádel como un deporte mixto
Cuando el pádel nació en 1969 en Acapulco, México, no había una distinción clara entre categorías masculinas y femeninas. Las primeras partidas eran mixtas, y las mujeres participaban en torneos informales junto a los hombres. En países como Argentina, donde el pádel se popularizó en los años 70, las jugadoras comenzaron a formar parte de los clubes privados, pero su presencia era limitada y carecía de una estructura competitiva propia.
Primeras competiciones femeninas
No fue hasta los años 80 que el pádel femenino empezó a tomar forma. En Argentina, las mujeres comenzaron a organizar sus propios torneos locales, aunque con poca visibilidad. En España, tras la llegada del deporte en los 70, las jugadoras también participaron en eventos iniciales, pero el foco seguía puesto en los hombres. Este período marcó el inicio de una lucha por el reconocimiento y la igualdad en las pistas.
El punto de inflexión: los años 90 y la profesionalización
La creación de la FIP y los primeros mundiales
Un momento clave en el crecimiento del pádel femenino llegó con la fundación de la Federación Internacional de Pádel (FIP) en 1991. Al año siguiente, en 1992, se celebró el primer Campeonato Mundial de Pádel, que incluyó una categoría femenina. Argentina dominó esta edición, celebrada en Madrid y Buenos Aires, con jugadoras como Cecilia Baccigalupo, quienes sentaron las bases para el pádel femenino internacional.
Este evento fue un hito: por primera vez, las mujeres tuvieron una plataforma global para mostrar su talento, lo que impulsó la creación de más torneos y federaciones nacionales enfocadas en el pádel femenino.
El impacto en España
En España, el pádel femenino comenzó a ganar tracción en los 90 gracias al aumento de pistas y clubes. Jugadoras pioneras como Carolina Navarro, quien debutó en esa década, empezaron a destacar. Navarro, que más tarde se convertiría en una leyenda, fue una de las primeras en competir a nivel profesional, inspirando a otras a seguir su ejemplo.
El auge del pádel femenino en los 2000
La llegada del Pádel Pro Tour
El lanzamiento del Pádel Pro Tour (PPT) en 2005 marcó un antes y un después para el pádel femenino. Este circuito profesional incluyó una categoría femenina desde el inicio, ofreciendo a las jugadoras una plataforma para competir regularmente y ganar visibilidad. Duplas como Carolina Navarro y Cecilia Reiter dominaron la escena, logrando múltiples títulos y elevando el nivel competitivo.
Igualdad en premios y exposición
Aunque en sus inicios las jugadoras recibían menos atención y premios que los hombres, el PPT comenzó a cerrar esta brecha. La retransmisión de partidos femeninos y la creciente base de aficionados ayudaron a que el pádel femenino ganara protagonismo, especialmente en España, donde el deporte ya era un fenómeno cultural.
El World Padel Tour y la consolidación
Un circuito global para las mujeres
En 2013, el World Padel Tour (WPT) reemplazó al PPT y llevó el pádel femenino a nuevas alturas. Desde su creación, el WPT ha priorizado la igualdad en la programación, retransmitiendo partidos femeninos junto a los masculinos. Esto permitió que jugadoras como Alejandra Salazar, Mapi y Majo Sánchez Alayeto (las “Atomik Twins”) y Marta Marrero se convirtieran en nombres reconocidos a nivel mundial.
Récords y nuevas estrellas
Las gemelas Sánchez Alayeto alcanzaron el número 1 del ranking WPT durante varias temporadas, mientras que Salazar consolidó su legado con su famosa “Bandejandra”. En esta era, el pádel femenino no solo creció en competitividad, sino también en audiencia, con millones de espectadores siguiendo los torneos en plataformas como YouTube y televisión.
La nueva generación: un futuro brillante
Ariana Sánchez y Paula Josemaría
El crecimiento del pádel femenino ha dado paso a una generación de jugadoras jóvenes que están redefiniendo el deporte. Ariana Sánchez y Paula Josemaría, ambas españolas, se han establecido como la dupla dominante en los últimos años, alcanzando el número 1 del mundo en el WPT. Su estilo agresivo y técnico ha elevado el nivel del juego femenino, atrayendo aún más atención al circuito.
Expansión internacional
Fuera de España, el pádel femenino también está creciendo. En países como Italia, Suecia y Portugal, las jugadoras locales están compitiendo en torneos internacionales, mientras que en Argentina, cuna del pádel, nuevas figuras como Delfina Brea mantienen viva la tradición. Este alcance global refleja cómo el deporte ha trascendido fronteras.
Factores clave del crecimiento
Infraestructura y apoyo
El aumento de pistas de pádel y la inversión en academias han facilitado la participación femenina desde edades tempranas. Programas de formación y patrocinios han dado a las jugadoras las herramientas para profesionalizarse, algo impensable en las primeras décadas del deporte.
Visibilidad y medios
La transmisión en vivo, las redes sociales y la cobertura mediática han sido esenciales para el crecimiento del pádel femenino. Las jugadoras ahora son embajadoras de marcas y modelos a seguir, lo que ha atraído a más mujeres al deporte, tanto como jugadoras como aficionadas.
El impacto y el futuro del pádel femenino
Un deporte igualitario
Hoy, el pádel femenino disfruta de una paridad sin precedentes con el masculino en términos de popularidad y competitividad. Eventos como el WPT y los mundiales de la FIP muestran que las mujeres no solo están a la altura, sino que a menudo superan en espectáculo a sus contrapartes masculinas.
Hacia los Juegos Olímpicos
Con el pádel buscando un lugar en los Juegos Olímpicos, el crecimiento del pádel femenino será crucial. La fuerza de sus jugadoras y la pasión de sus fans podrían ser el impulso definitivo para que este sueño se haga realidad, consolidando aún más su lugar en la historia del deporte.